lunes, 27 de septiembre de 2010

Recuerdo Libertario

Estás y no estás. Te has ido pero te has quedado.
Porque tu recuerdo sigue aquí, cada día presente, en una cabeza y un corazón que siente lo que tú sentiste.
Te conozco desde siempre y nunca te he escuchado, te quiero cada día y nunca te he mirado. Porque siempre estás aquí.
Porque sigo tu camino que nunca pude ver, pero que sí conocí.
Porque siento tu alegría al ver como todo avanzaba y a la vez tu decepción cuando todo se estancaba, cuando viste que la lucha llegaba a su final y las nuevas generaciones no miraban hacia atrás, sólo veían la buena vida, la apariencia de pertenecer a algo, que tú en tu día, perseguías con tu vida.
Se cambiaron los valores por violencia sin medida, por apariencias vacías y por "lucha" sin valor. La paz, el respeto, la solidaridad y todo por lo que te encerraron caía en el olvido y en un mundo de rencor.
¿Dónde están las viejas almas como la que tú tenías que defendían la anarquía en cualquier lugar perdido? Yo llevo la tuya, con orgullo y respeto, tu recuerdo me da fuerza para defender todo esto, tan utópico y perfecto que da sentido a la vida.
Tío, amigo, compañero, en verdad desconocido, que sin esperarlo, marcó un firme camino, que sigue día a día en vida tu sobrina aún presente.
Y aquí estoy en un mundo egoísta y perdido, donde se cierran los ojos a lo que no interesa ver.
Donde las causas perdidas son la única esperanza porque lo "posible" demuestra que nada se puede hacer.
Porque el poder envenena a la sociedad entera, que se niega a preocuparse por el bien de los demás.
Porque yo no soy capaz de mirar con ira a nadie ni de creer que el odio nos conducirá a la paz.
Y sé que siempre supiste que llegaría algún día donde alguna nueva vida defendiera lo imposible.
Con el corazón en mano, hoy le digo a todo el mundo que mi orgullo se resume a tu nombre, que sigue siendo nombrado por alguien que no te olvida.
Gracias por reafirmar cada día el sentido de mi vida que se hizo inalterable cuando supe que existías.
Me hubiera gustado oirte aunque sólo fuera una vez, para que te dieras cuenta de la labor que has dejado aquí presente, haciéndome abrir los ojos incluso a lo que no se quiere ver.
Me esforzaré en aprender, en entender y extender esta idea que con ira y con violencia es incoherente defender.
Y ahora sólo ten presente que el recuerdo nunca es muerte y que por esta razón, tú nunca vas a morir.
Seguiré tu camino, siendo siempre consciente de que no camino sola y que sigo un sendero que empezaste, siempre dispuesto a arriesgarte, por la libertad mundial. Por los valores humanos, por la bondad y el respeto necesarios cada día para seguir adelante.
Este mundo se acaba porque sólo lo material vale y la gente sólo piensa en tener cada vez más.
Mientras una sola vida reconozca lo que importa, no todo estará perdido y la lucha seguirá.
Gracias por ser mi camino, por haber vivido así y por haber conseguido que tu modesta existencia me haya dado energía para verlo todo claro y avanzar a cada paso en nombre de la libertad.
Y, entendiendo el racismo como una postura completamente ilógica, considerando que los animales no miran sus diferencias de raza, color o situación a la hora de ayudar a los demás, sabemos que el hombre es el único ser capaz de juzgar a las personas por motivos raciales sin importarle su necesidad de ayuda, aún sabiendo que nuestras diferencias sólo son producto de la adaptación al medio en que nacemos.

domingo, 26 de septiembre de 2010

El día que seamos capaces de ser totalmente libres respetando la libertad de los demás, podremos considerarnos seres civilizados, o quizá simplemente seres humanos.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Nacimos para seguir un camino impuesto y para formar parte de un sistema que nunca elegimos. Me niego a morir sin salir de la cárcel en la que nací, en la que todos nacemos.